"Esas cosas en las que otros encuentran la causa de mi locura son precisamente aquellas que me mantienen cuerdo"
Alberto Matsumura, Madrid 1976.
El concepto de “realidad” puede ser ambiguo ya que está subyugado a nuestra percepción, si observas un papel de lija a suficiente distancia percibirás que se trata de una hoja lisa, si te acercas y la coges con la mano podrás ver que ya no es tan lisa y que tiene rugosidades, y si consigues hacerte tan pequeño como un ácaro y te posas sobre el papel de lija tendrás la sensación de que estás rodeado de auténticas montañas. En todos los casos se describe la misma realidad pero de manera distinta porque nuestra percepción sobre esa realidad varía. Entonces ¿qué debemos considerar como realidad? La física Newtoniana y la física cuántica describen dos realidades distintas, o al menos la misma realidad de manera distinta. ¿Cuál debemos considerar? Algunos dirán: “según el caso...”, de acuerdo, entonces ¿no hay una realidad empírica, una realidad válida para todos los casos?. En el surrealismo todo es mucho más sencillo ya que transgrede esos filtros a los que estamos sometidos por la percepción y podemos avanzar más allá de las barreras impuestas por la realidad, podemos explorar otros territorios (subconsciente, sueños, pensamientos, etc.) sin estar sometidos a ningún tipo de condición.
Mi colección está compuesta por 47 dibujos surrealistas en los que se describen universos imposibles y donde la probabilidad cuántica combina una realidad alternativa formando escenarios inquietantes con un alto contenido visual. Pareidolias, dimensiones arrolladas, perspectivas múltiples, asociaciones absurdas y malabarismos del pensamiento son elementos recurrentes a la hora de plasmar atmósferas paradójicas y escenarios en los que lo real y lo irreal compiten en igualdad de condiciones sin ninguna clase de prejuicios. "Todo puede pasar" es la única norma -ya en sí misma una paradoja- que me impongo a la hora de dibujar.
Toda mi obra se compone de dibujos realizados desde el subconsciente en los que dibujo sin ninguna intención inicial, tal vez en algunos casos pueda tener una ligera idea, aunque muy leve. Cuando empiezo a dibujar me gusta no saber como va a terminar, es una sensación muy emocionante ver como el dibujo va tomando forma sin saber muy bien como has llegado hasta allí.
Mis fuentes de inspiración son innumerables sin embargo encuentro en la física cuántica, la filosofía, Freddie Mercury o Las Vegas una fuente inagotable de recursos que de alguna manera u otra quedan plasmados en mis dibujos.